El ejecutivo eficaz, de Peter Drucker, famosamente desafía a los líderes de negocios a utilizar un inventario detallado para monitorear, analizar y optimizar su tiempo. Implementar el método de Drucker a rajatabla es doloroso, y no solo por el detallado informe que implica, sino porque nos enfrenta con lo siguiente:

  • La culpa: Un recuento honesto de nuestro tiempo revela que pasamos mucho tiempo en actividades que no tienen ningún “valor agregado”. 
  • El hecho de que: Incluso cuando optimizamos nuestro tiempo, el día tiene una cierta cantidad de horas y no podemos pretender que nos alcance para hacer todo lo que deseamos. 
  • Falta de sentido: Si consideramos las limitaciones de tiempo para realizar todo lo que deseamos, nos preguntamos: “¿Es esto todo lo que puedo hacer con el tiempo que tengo?”

Nos sentimos tentados a aplicar esta aterradora realidad solo a nuestra vida laboral, pero la Cuaresma nos llama a enfrentar nuestros límites, y Jesús nos promete que “la verdad los hará libres” (Juan 8, 32). Solo enfrentando la cruda realidad, crecemos en la fe. Le debemos a Dios y a nosotros mismos hacer un balance de cómo estamos usando los dones que nos ha dado. 

Dios concede a nuestras almas los poderes sensoriales que nos permiten interactuar con el mundo que nos rodea y adaptar nuestra respuesta afectiva y emocional a éste.  Nos da el poder de pensar y de interpretar lo que sucede a nuestro alrededor, y la voluntad para elegir nuestros actos. 

La práctica de un ejercicio simple durante una semana le puede ayudar a monitorear sus acciones y reacciones a lo que enfrenta cada día:

  • Acciones: ¿Qué estaba haciendo en ese momento?
  • Pensamientos: ¿Qué estaba pensando en ese momento?
  • Sentimientos: ¿Qué estaba sintiendo o cuál fue su respuesta emocional a esa experiencia?

A diferencia del análisis de Drucker, este análisis se enfoca en aquellos momentos en que estamos lejos del trabajo. Tenemos muy poco de ese precioso tiempo en el que no estamos trabajando, durmiendo, cuidando de los niños o realizando tareas de la casa. Tiene sentido prestar atención a cómo utilizamos este tiempo en el trascurso de una semana de prueba.

Este inventario despertará en nosotros el deseo de preguntarnos: “¿Es este el mejor uso de mi tiempo?”. También nos ayudará a ver patrones de conducta: Luego de mirar un sitio web sobre política, me siento frustrado e irritable. Luego de pasar 15 minutos en oración, me siento en paz. Cuando leo cuentos a mis hijos antes de dormir, me siento agradecido. 

Visite ln.archseattle.org/thoughts para descargar una versión imprimible en formato PDF del inventario. Imprima una copia para cada día de la semana. Realice la ardua tarea de monitorear su tiempo en incrementos de media hora. Luego, preséntele a Dios los resultados pidiéndole: “¿Es así como deseas que use los poderes de mi alma?

Le prometo que esto le llevará a una Cuaresma más fructífera. 

Noroeste Católico – Febrero/Marzo 2023