El cardenal Wilton Gregory habla sobre hacer historia, rezar con personas que son diferentes a ti y lo que le da esperanza

Como primer cardenal negro en los Estados Unidos, el cardenal Wilton Gregory es un pionero. Sin embargo, no quiere que nadie malinterprete lo que eso significa.

“No soy solo el cardenal de la comunidad negra: soy el cardenal de las comunidades en las que estoy”, manifestó antes de su visita a la Arquidiócesis de Seattle para la Conferencia del Círculo Asesor Católico Negro.

El líder de la Arquidiócesis de Washington habló con Northwest Catholic sobre varios temas, que van desde la fe y la raza hasta “Jeopardy!” y el progreso que ha visto durante 51 años como sacerdote.

Esta entrevista ha sido editada por razones de extensión y claridad.


El propósito de la conferencia del Círculo Asesor Católico Negro es “lograr una visión de unidad en la Iglesia Católica que incluya a todos los hijos de Dios, especialmente a las personas de raza negra”. ¿Podría ilustrarnos eso?

Este es un desafío secular desde los inicios de la Iglesia. ¿Cómo se vuelve la Iglesia verdaderamente católica, verdaderamente inclusiva? Fue una de las primeras cuestiones con las que tuvo que lidiar la comunidad apostólica: ¿Cómo puede este grupo de personas, principalmente judías acoger a los griegos, a los romanos, mientras se expande a otras culturas y naciones?

¿Cómo nos abrimos a recibir los dones y la presencia de personas con las que no compartimos mucho, pero sí la fe de Cristo? Ese es el vínculo que nos une.

[También debemos] reconocer los dones que otras personas aportan, aceptarlas con sus talentos, sus dones y sus limitaciones. Nadie viene a la mesa completamente formado, sino que venimos a la mesa para permitir que los dones y la presencia de otras personas nos ayuden a formar una familia.

Lo otro es la inversión que debemos hacer en nuestros jóvenes. Acabamos de terminar los Juegos Olímpicos. Vimos a los jóvenes [con] una apertura a los demás. Quiero enfatizar la importancia de aprovechar la presencia de los jóvenes como un trampolín hacia un futuro mejor. Creo que esa es la forma en que crecemos y la manera en que Dios quiere que crezcamos.

El cardenal Wilton Gregory es el primer cardenal negro en los Estados Unidos y presentará en la Conferencia del Círculo Asesor Católico Negro en Renton en noviembre. (Foto: Arquidiócesis de Washington)

Usted ha sido sacerdote durante 51 años. ¿Qué avances hemos hecho en ese tiempo?

Diría que hemos progresado en el sentido de poder asomarnos a la vida de los demás, en términos de redes sociales. Nos permite dar una mirada a la vida de los demás y ver los desórdenes en su vida.  Y eso es una bendición, aunque también es una maldición, porque la intolerancia se transmite y está vinculada al pasado; y a veces la intolerancia nos ciega hacia el mañana. Nos dice que toda la historia está capturada en lo que sucedió ayer, y al hacerlo, nos cierra a lo que podría suceder mañana. ¿Cómo podemos enfrentar el mañana juntos sin estar ligados o anclados al ayer?

En muchas diócesis, algunas de las parroquias más vibrantes son aquellas que incluyen a personas de diversos orígenes. Conocemos la música de los demás; al mirar a nuestro alrededor vemos en los bancos a personas que no necesariamente se parecen a mí, pero que creen como yo, y eso es un gran don.

¿Por qué nosotros, como Iglesia, seguimos luchando por reconocer que todos somos una familia?

Creo que todavía estamos luchando porque hemos sido demasiado influenciados por el discurso público. Hay cosas que ahora se dicen en plaza pública que antes no se habrían tolerado nunca. Venimos de familias en las que tuvimos la suerte de tener padres o abuelos que decían: “Joven, en esta casa no decimos esas cosas”. Pero ahora nuestro discurso público se ha vuelto tan grosero, tan brutal y, desafortunadamente, esa brutalidad, esa incivilidad, se ha infiltrado en nuestra Iglesia.

En lugar de que la Iglesia sea el vehículo para la moralidad y la visión moral, a veces la Iglesia simplemente decide meterse en el barro y jugar con cosas de otras esferas en vez de ser líder. Nos hemos contagiado.

¿Cuáles son las recompensas de ser el único cardenal negro en los Estados Unidos? ¿Cuáles son los desafíos?

Bueno, obviamente hay recompensas. Una vez que fui nombrado miembro del Colegio Cardenalicio [en 2020] y tuve la experiencia de ser considerado como el primer cardenal afroamericano, cuando iba a las comunidades tanto aquí en Washington, D.C., como en todo el país, escuchaba, especialmente de los católicos negros mayores, esta frase: “Vaya, nunca pensé que viviría para ver este día”. Se me llenaban los ojos de lágrimas porque esas personas se han aferrado a la fe, con la esperanza de ver un progreso. Para muchos de ellos, represento el progreso.

Unos amigos de mi primera parroquia vieron “Jeopardy!” cuando yo era la respuesta a una de las preguntas. Y Delores, la madre de esa familia, me envió un correo electrónico diciéndome: “Wilton, realmente lo lograste, llegaste a ‘Jeopardy!’”.

Ciertamente, me siento honrado de ser el primer cardenal afroamericano, pero esto trae consigo el desafío de recordarle a la gente que no soy solo el cardenal de la comunidad negra: soy el cardenal de cualquier comunidad en la que esté. No me pueden encerrar en una caja. Eso no me permitiría asumir las responsabilidades pastorales que me corresponden por ser sacerdote.

El cardenal Wilton Gregory manifestó que ser el único cardenal negro en los Estados Unidos tiene sus desafíos y sus recompensas. (Foto: Andrew Biraj/Catholic Standard)

¿Tiene una oración favorita?
 
El Padre Nuestro. Es la oración que el Señor nos confió, y supongo que es la oración que Él mismo elaboró, usó y luego transmitió a sus discípulos. Así que esa es mi oración favorita.

Si tuviera que nombrar una segunda oración, sería el rosario porque nos une a la madre de Dios de una manera muy familiar. Nosotros, como la mayoría de los niños, decimos una y otra vez: “Mamá, mamá, mamá, mamá”, y así es como nos relacionamos con la mujer que es madre de la Iglesia, nuestra propia madre.

¿Qué le da esperanza para nuestra Iglesia y nuestro mundo?

Son experiencias como esta [conferencia] las que puedo compartir con otras comunidades de fe, con la comunidad de Seattle.


Conferencia del Círculo Asesor Católico Negro

15 y 16 de noviembre en la Parroquia de San Esteban el Mártir, Renton

La conferencia, “El Espíritu Santo unifica a todos los hijos de Dios como familia”, se centrará en la unidad como un tapiz espiritual tejido a partir de diversos hilos de fe, cultura y propósito compartido.

Más información en bcacseattle.org.

Este artículo apareció en la edición de octubre/noviembre de 2024 de la revista Northwest Catholic. Lea la edición completa aquí.